Por admin 
En el fútbol, hay goles que trascienden el tiempo y se convierten en leyendas. Uno de esos momentos mágicos ocurrió el 3 de junio de 1997, cuando Roberto Carlos, el lateral izquierdo brasileño, dejó al mundo boquiabierto con un disparo simplemente imposible contra Francia.
El escenario era el Torneo de Francia, un amistoso preparatorio antes del Mundial de 1998. El partido se disputaba en Lyon, y el marcador estaba 0-0 cuando, en el minuto 21, Brasil obtuvo un tiro libre a unos 35 metros de la portería, un ángulo que parecía inofensivo. Pero Roberto Carlos tenía otra idea en mente.
El Gol que Desafió la Física 🔥
Con su característico ritual, Roberto Carlos colocó el balón, tomó una larga carrera y lanzó un misil con el exterior de su pie izquierdo. La pelota pareció desafiar todas las leyes de la física: comenzó con una trayectoria hacia la banda, alejándose de la portería, solo para curvarse de manera increíble y clavarse en el poste derecho del portero francés, Fabien Barthez, que quedó paralizado de la sorpresa.
Era como si el balón hubiera decidido hacer un boomerang en pleno vuelo. Los comentaristas, los aficionados y hasta los jugadores en el campo quedaron atónitos.
¿Cómo lo Hizo? 🧠⚙️
Físicos y matemáticos han intentado explicar este gol durante años. La clave está en el efecto Magnus: la fuerza que actúa sobre un balón en movimiento cuando gira, lo que provoca una curvatura en su trayectoria. Pero incluso sabiendo esto, pocos jugadores en la historia han podido ejecutar un disparo de tal perfección.
El Legado del Gol 🚀
Ese gol no solo fue una obra de arte, sino que también cimentó la reputación de Roberto Carlos como uno de los mejores cobradores de tiros libres de todos los tiempos. Hoy, más de 25 años después, sigue siendo un tema de conversación en cualquier rincón donde se hable de fútbol.
¿Qué recuerdas de ese gol? ¿Alguna vez has visto algo igual? ⚽✨